Por razones de seguridad, todo el recorrido del encierro entre las calles de Pamplona, está cercado por un doble vallado.
Cada año, al inicio del mes de junio, comienza a montarse el doble vallado, y es entonces cuando ya todos los que lo vemos, sabemos que la ciudad comienza a prepararase para los sanfermines, sin vuelta atrás.
En realidad, el vallado recorre dos tramos: el del encierrillo, que contempla los corrales del gas hasta los corralillos y el recorrido del encierro.
El doble vallado está construido en madera e integrado por más de 3000 piezas, entre tablones, postes, puertas, etc. Si bien, parte del vallado permanece fijo durante todos los sanfermines, hay tramos en los que se montan y desmontan cada día, para no interferir con el tráfico.
Resulta muy dificil ver el encierro desde el vallado, ya que el primer vallado está reservado sólo para corredores, servicios médicos de urgencia, prensa, policia, etc. Y es el segundo vallado al que cualquiera puede acudir. Si bien, a menos que uno se ponga en la parte alta del vallado, no verá absolutamente nada.
Si uno quiere disfrutar del encierro como espectador, la mejor forma de hacerlo es desde un balcón.
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